Espinosa de los Monteros
Espinosa de los Monteros es nuestro municipio y por tanto la población mas cercana de interés turístico que tenemos. Pero sin lugar a dudas todos los valles pasiegos, tanto burgaleses como cántabros son de especial interés paisajístico y geológico. Se trata de los valles con vestigios de la era glacial a menor altitud de Europa occidental, pudiéndose ver morrenas glaciales tanto laterales como terminales a escasos 600 metros sobre el nivel del mar. Sobre la cultura pasiega, haremos un apartado especial a parte.
Actividades
- En valles contiguos tenemos tanto la estación invernal de Lunada como el parque natural de Ojo Guareña.
Actividades terrestres: Caza, Bicicleta de montaña – BTT, Recogida de setas, Senderismo – trekking, Rutas a Caballo, Orientación, Esquí, Espeleología.
Podrás realizar actividades, como:
- La actividad principal de nuestro entorno es el disfrute de la montaña en el alto valle del Trueba, haciendo senderismo, fundamentalmente, así como ascensiones montañosas al macizo del Castro Valnera.
- También estamos muy próximos a la estación de esquí de Lunada, donde también se practica esquí de travesía. Asimismo nos encontramos en una de las zonas más importantes de espeleología de Las Merindades.
- En un entorno más amplio podemos visitar el valle natural de Ojo Guareña, así como múltiples fortalezas y castillos medievales, así como innumerables muestras del románico del norte de España, destacando Espinosa de los Monteros.
- Y por último toda la historia medieval reflejada en multitud de pueblos de las Merindades, en sus construcciones y fortalezas, desde el románico hasta la edad moderna. A continuación algunos de los escenarios naturales y artísticos más importantes de la zona:
- Villa de espinosa de los monteros.
- Las cuevas de Ojoguareña.
- Bárcenas.
- El extenso área de Las Machorras.
- Iglesia de Santa Eulalia.
- Torre Ilustre.
- Iglesia de Santa Cecilia.
- Torre Berrueza.
- Santa Olalla.
- Quintana de los Prados.
- Castro Valnera.
- Palacio de los Fernández-Villa.
- Torre de los Azulejos.
- Palacio de Chiloeches.
- Palacio de las Cuevas de Velasco.
- Palacio del Marqués de Legarda.
- Torre de Cantinflor
Cultura Pasiega
La cultura y forma de vida pasiega se remonta al menos al siglo XVI, que es de cuando datan las primeras referencias de aprovechamientos de pastos de montaña mediante el sistema de cabañas.
Se trata de una evolución del sistema pastoril tradicional cantábrico que durante más de un siglo va evolucionando y se crean los diferentes tipos de cabañas. Aparecen las cabañas vividoras y el sistema de la muda, que es un tipo de trashumancia para el aprovechamiento de pastos y ligado al uso de las cabañas en función de las estaciones meteorológicas.
La cultura pasiega toma el nombre del valle del Pas, que es digamos el centro geográfico de la comarca, en el sur de Cantabria limitando con Castilla y León.
Pero el origen e inicio está más al sur, centrado en Espinosa de los Monteros. Hay que tener en cuenta que en el siglo XV los valles del Pas y del alto Miera estaban prácticamente deshabitados, y es desde Espinosa y poblaciones adyacentes, así como desde las autoridades eclesiásticas de Oña, desde donde se coloniza y aprovecha la montaña de sur a norte, siendo posteriormente creadas paulatinamente las distintas parroquias de los altos valles pasiegos.
Las cabañas pasiegas son construcciones asentadas sobre muros de piedra de mampostería, sin cimientos y de roca labrada del lugar, casi siempre caliza. La cubierta es de estructura de vigas de madera por lo general de roble, asentada sobre pilares de madera y rematadas por lastras, que son losas calizas de tamaño y peso considerables dispuestas de manera compleja para el desalojo y caída del agua.
Suelen constar de dos plantas, cada una con su entrada, estando el ganado abajo y el pajar y almacén arriba. En un estadio superior estarían las cabañas vividoras en las que se destinaba una parte del solar superior a un pequeño hogar. Algunas cabañas constaban además de colgadiza, que es un anexo lateral a la misma que permitía una mayor explotación ganadera.
Muchas de las cabañas tenían su propio cuvío, que es un pequeño cobertizo cerrado y medio soterrado de piedra que servía de despensa y frigorífico.
La pasiega ha sido siempre una sociedad pastoril étnicamente bien definida y delimitada geográficamente: los valles altos del Pas, Miera, y Pisueña, todos dentro de los límites de Cantabria y las montañas de Burgos.
Son valles de terreno quebradizo y pendientes escarpadas. Abundan los prados altos de tipo alpino y bosques naturales de fronda caducifolias y algunos mixtos de coníferas en un área geológica de carácter kárstico. La población está diseminada en viviendas pastoriles con una tipología específica, denominadas cabañas pasiegas. Su economía siempre ha girado en torno a la ganadería vacuna lechera, aunque anteriormente al siglo XIX en que ésta se intensifica de forma casi exclusiva era conocida y practicada de forma pareja la ganadería caprina. Han practicado una ganadería trasterminante que les llevaba a realizar regímenes de mudanza desde las zonas de pastos de montaña a otras en los fondos de los valles.
Este acto, llamado «muda» y todo lo que conllevaba, repercutió en la etnografía del área pasiega, desde la arquitectura de las viviendas pasiegas hasta el paisaje de los valles.